it was nearly october and I was coming home on the bus when suddenly it occurred to me that spending a day by myself at the museum would be nice. so I did. there I was a couple of hours later with nothing more than my camera and that little thrill you get whenever you act spontaneously with effortless ease. I used to get that feeling on a regular basis.. I've never thought about it but it must had been somewhere between my twenty-two and twenty-four years and the glimpse of a routine lifestyle that I've always feared that switched my regular basis of spontaneity for an occasional one. now that I knew, I had to do something about it.. and I hope I can do it, one day at a time. to feel that little thrill everyday, those little butterflies in my stomach.
eran los últimos días de septiembre cuando en el colectivo, de regreso a casa, se me ocurrió pasar una tarde sola en el museo. así fue. allí estaba un par de horas más tarde, sin más compañía que mi cámara y esa pequeña emoción que uno siente siempre que actúa con espontaneidad, con esa capacidad de tomar una decisión sin mayores dificultades, sin esa tediosa tarea de balancear pros y contras que, a mi parecer, está sobreestimada.. solía vivir una dosis regular de espontaneidad.. a decir verdad, no sabría decir cuándo fue que todo cambió. quizás en algún momento entre mis veintidós y veinticuatro años, en la vida rutinaria que siempre temí vivir que poco a poco fue queriendo tomar forma; esa dosis de espontaneidad ya no era regular, sino ocasional. como si me hubiese tomado desapercibida.. desapercibida sí pero nunca resignada. ahora que lo sabía, tenía y tengo que hacer algo al respecto, vivir un día por vez, sentir esa pequeña emoción día a día, esas pequeñas mariposas en la panza.